martes, 1 de mayo de 2012

Fiesta de color y sonido


Dedicada a Julio Cesar Alvarez Camarillo

Foro Sol, Ciudad de México, 24 de marzo de 2012.- Llegamos a tiempo para la primera banda. Bajando de mi auto acompañado de mi hermano y su novia caminamos entre las columnas de chavos enfilados por un boleto a la entrada. Paso a paso somos rodeados de vendedores ambulantes y revendedores, muchos puestos de playeras de las bandas y muchos grupos de chavos organizados para entrar. Todos vienen por alguna de las bandas, grupos de fans por Café Tacvba son los que imperan, los más jóvenes vienen por Foster The People, pero se puede ver playeras de casi cualquier banda de metal o de rock en español habido.


Después de cuatro chequeos seguidos logramos entrar, el Autódromo Hermanos Rodríguez y el Foro Sol habían sido transformados en una Ciudad enorme de atracción, música y de reverencia a las bandas y cantantes latinoamericanos. Caminamos entre enormes guitarras, huacales hechos con cajas de madera, rings de luchas, museos móviles y el tradicional mercado del Chopo. Entre las personas hay de todo tipo, jóvenes en su mayoría, algunos mayores que podrían alcanzar hasta los 40 años, skatos tableando por los caminos, metaleros tomando cerveza, niñas riendo juntas viendo cualquier atracción.



Llegamos al escenario Indio para la primera banda, Sekta Core sale al escenario y con fuerte Ska inicia el día. Nos acercamos a la muhtitud que llenaba el Foro Sol y comenzaron las trompetas aceleradas y las guitarras enloquecidas a enardecer a todos, rápidamente se forman los espacios y boquetes donde el slam comienza, con fuerza se lanzan al ruedo y se golpean con los brazos, se empujan mientras la irreverencia de Sekta suena con fuerza. Confieso que me aleje y más por la novia de mí hermano, pero no nos alejamos mucho, de hecho estuvimos rodeados entre el slam de hombres y el slam de mujeres. Las mujeres en el slam se empujan fuerte entre ellas, trigueñas y sin mangas, fuertes y decididas, no dudan entrar al slam, si no me falla la memoria, hasta vi a una entrar al de hombres. Las chavas y los chavos salían volando por el cielo por las mantas enormes para hacer a cualquiera volar. Sekta se retira exultante convocando al “Chigan a su madre” a los políticos.

Nos alejamos de la multitud y paseamos por todo el festival. Pasamos a ver una película sobre el reggae en la carpa de Ambulante, había una firma de autógrafos y en medio de los arboles un joven alcoholizado es amagado por los policías que cuidan todo el evento. Pasamos a comer y después al escenario DanUp, una banda tocaba con habilidad, ataviados cual Beatles en su primera etapa cantaban canciones de amor y sexo mientras la multitud aplaudía y algunos al fondo pasaban la tarde en algunas hamacas. En otro escenario tocaban en medio de una cancha, nosotros dejamos pasar el rato acostados en el pasto viendo al cielo.

Regresamos al escenario Indio y nos sentamos en las gradas después de caminar. Tocaban los Lost Acapulco que son su surf rock convocaban a coger y a amar, con imágenes de luchadores enmascarados e imágenes de surf playero de los años 50´s. Todo esto claro sucedía cuando el Papa hacía una homilía al mismo tiempo en Guadalajara. Lost Acapulco convoca al sexo y al amor entre soni`os de playa, gritos veraniegos y una guitarra que genera un sonido que recuerda las viejas canciones de los Beach Boys pero con un rock más actual.

Me confieso extrañado por la intervención de Los Caligaris, una banda argentina de pop que con estribillos sencillos y globos de fiesta cantaban alegremente a la multitud. E, e, a, e, e, a, repitieron infinitamente festejando mientras abajo muchos bailaban solitariamente y nosotros tomábamos cerveza o refresco por el calor.

Bajamos a la multitud y pasamos al frente, empujamos un poco y llegamos al frente del escenario, claro que no llegaríamos al preciado barandal del escenario. Esperamos largamente, mis pies se cansan, la gente grita y chifla, los cantares se convocan por Café Tacvba, “Cafeeeeeeeeeeeeee, cafeeeeeeeeeeee, oeeeeeee, oeeeee, oeeee, cafeeeeeee, cafeeee”. Aparece en el escenario indio el Instituto Mexicano del Sonido, increpando con sus imágenes la institucionalidad mexicana, apoderándose del logo del IMSS y del PRI y haciéndolo suyo mientras su sonido electrónico, alternativo y muy mexicano nos hacía saltar y bailar. Atrás de mí un chavito que no pasaba de los 15 años comienza a fumar mota, yo temo que por su poca pericia me vaya a quemar mi playera. Entre imágenes de ex presidentes y sonidos electrónicos de armónicas y trompetas se despide el Instituto Mexicano del Sonido.



La tardanza impacienta y hace colectiva la exigencia de aparición de Foster. Entre empujones y chiflidos se exige a la nueva banda con hambre de fiesta y de música. Ha caído la noche y con ella aparecen los Foster con sus sonidos alternativos y la voz peculiarmente aguda de su vocalista que baila y entre cada canción. Una canción tras otra la marea los corea y canta sus canciones que tantas semanas han sonado en la radio. En medio de la euforia y de la nada un Mariachi aparece y con sus guitarras tradicionales y trompetas hacen los sonidos de Pump Up Kicks haciéndonos gritar de emoción; la mezcla de mariachi y la voz aguda del vocalista deja a todos satisfechos, cuando se retiran del escenario todos clamaban “Foster, Foster, oeeeeeeee, oeeeeee, oeeeeee, oeeeeeeeee, Foster, Foster”.

Somos estrujados por la multitud, mi hermano lucha para que no aplasten a su novia. La gente se mueve como marea y todos somos arrastrados por más de 10 minutos. Impaciencia y ansias por Café Tacvba, pero antes estaba Kasabian, la banda extranjera más esperada de la noche. Mientras nos transmiten en pantalla a Carla Morrison cantando en otro escenario pero no calman a nadie. La noche llega a su punto más obscuro y en ese entonces suena los beats electrónicos de Kasabian con potencia, poco a poco suben su intensidad hasta que la batería toma con fuerza el sonido en todo el Foro Sol. Canción tras canción irrumpen fuerte los de Kasabian que dicen se ausentaron 7 años pero que por fin regresaban a México.

Terminado Kasabian los chiflidos aumentan, me dice mi hermano que no podía seguir de pie, decidimos irnos a las gradas. Caminamos entre los canales de personas tomados de las manos, empujando y haciendo camino hasta las gradas, evadiendo el obstáculo de los que hasta se habían acostado en el piso. Llegamos a las gradas y el Foro Sol estaba absolutamente abarrotado hasta las más altas gradas. Desde lo más arriba esperamos y de pronto del escenario de en medio de manera sorpresiva Café Tacvba aparece ascendiendo por medio de un cuadrilátero ascendiente. Los Tacvbos comienzan a tocar y todos comenzamos a corear sus canciones.

Desde el escenario comenzaron a tocar cada una de esas canciones míticas, Eres, Volver a Comenzar y más. Posteriormente bajaron del escenario y en una valla cruzaron del centro al escenario indio y siguieron tocando las canciones que todos esperamos. El Baile y el Salón hizo a todos corear, Ingrata convoco al slam, una tras otra todos y cada uno de los que estábamos ahí cantamos la letra de memoria. Los Tacvbos después de una hora se despedían, la masa clamaba “Otra!!!, Otraaa!!” y los Tacvbos regresaron para tocar dos más. Al final entre quejas de política se despide de nosotros Rubén Albarran. Terminado los Tacvbos comenzamos el éxodo de regreso a nuestras vidas. Muchos seguros que volveríamos a la fiesta de color y sonidos el próximo año.

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